lunes, 10 de septiembre de 2007

La influencia católica en las condiciones de trabajo entre el año 1880 y 1920


This article intends to examine the work done by Catholic institutions in relation to the development of the first housing solutions offered to the working class. Our aim is to identify the main motivations of those who formed these institutions between the late XIX and early XX centuries. Moreover, we offer and analysis of the functioning of these institutions along with the design options adopted and the related urban and social problems generated in Santiago. On this vein, we claim that the work done by Chilean Social Catholicism post Rerum Novarum (1891), triggered state involvement, expressed through the Law of Housing for Workers of 1906.



La "cuestión social" ha sido educada ampliamente desde diversos puntos de vista y en numerosos países. El penúltimo cambio de siglo es reconocido por la historiografía chilena como una etapa de profundos cambios. Los más importantes escenarios pueden encontrarse en las principales ciudades del país. La importancia que adquirió el problema de las condiciones de vida de las familias obreras y su creciente injerencia en materia política para las élites de la época, es fundamental para el estudio y entendimiento de la cuestión social en Chile.
La Iglesia Católica, y específicamente aquellos fieles que consolidaban más fanáticamente a la doctrina social de la Iglesia, sus motivaciones, obras y testimonios, son estudiados como un significativo objeto para la comprensión del problema social, y sus consecuencias para la población. Durante las últimas cuatro décadas, distintos autores utilizaron su tiempo en el estudio de estas problemáticas. La literatura que ocupa esta correspondencia entre crisis social y reacción católica, concuerda por lo general, en la existencia de una preocupación y necesidad por crear un cambio de actitud en un sector de la Iglesia Católica frente a los problemas sociales. Entre las obras más significativas destacan la de Fernando Silva y el padre Walter Hanisch, quienes entre otros aspectos plantean que la Iglesia Católica, desde su doctrina social, actuó tempranamente asumiendo esta nueva actitud caritativa y creando diversas respuestas de acción social, que buscarían tanto una concientización social sobre el problema obrero, como el mejoramiento de las condiciones físicas y morales de los grupos más pobres.
Algunas investigaciones que estudian la discusión bibliográfica en torno a la doctrina social de la Iglesia y la cuestión social entre fines del XIX y comienzos del siglo XX, dicen que existen ciertos vacíos y omisiones. En este sentido, las condiciones que generaron la cuestión social en Chile y en particular, el catolicismo chileno; la forma y los medios a través de los cuales las ideas europeas fueron incorporadas por los católicos; las consecuencias de esta Doctrina Social de la Iglesia para el país; conforman en resumen, esta área nebulosa que se cierne sobre el estudio del fenómeno a la espera de ser investigados.
El artículo que se muestra a continuación, intenta a la vez desentrañar y adentrarse en estos "asuntos que demandan conocimiento histórico". Así mismo, preguntas como ¿en qué consiste concretamente esta acción católica?, ¿quiénes son los principales fundadores de las obras que se emprenden?, ¿cuál es el impacto real de la labor de instituciones católicas en el desarrollo y/o superación de las deficiencias referidas?, ¿cuáles son sus efectos sobre el espacio y la sociedad urbana? son algunas de las reglas que se pretenden seguir para explicar el accionar de la acción católica en un campo tan importante como el de la provisión de viviendas baratas y salubres para los sectores más carentes de la población.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, y ante la nueva valoración que los aspectos sociales empezaban a tener dentro de algunos grupos católicos, se pueden ver cómo, en su mayoría laicos católicos, causaron y dirigieron la formación de diversas instituciones de beneficencia, que tuvieron como objetivo tanto una mejoría en las condiciones físicas y morales del pueblo como la "santificación" de sus miembros. Durante la década de 1880 este proceso se aceleró, recalcándose el compromiso que la Iglesia Católica tenía frente a los graves problemas sociales que comenzaban a mostrar las principales ciudades del país, especialmente la capital. Además de la constitución de nuevas sociedades benéficas, al mismo tiempo y de manera de concentrar a los grupos beneficiarios, la Iglesia promovió y coordinó la formación de asociaciones o grupos de obreros católicos, los que se transformarían en una de las claves para el funcionamiento y desarrollo de la acción católica. La creación de La Unión Católica en 1884 sería considerada por algunos dirigentes de las iniciativas sociales, como el punto de partida de gran parte del funcionar de la Iglesia frente a la nueva realidad social.
La confirmación de la orientación social que venía desarrollando la Iglesia se produjo en 1891 con la difusión de la comisión Rerum Novarum. Esta insistía en que la base para desarrollar con éxito cualquier respuesta de la Iglesia Católica, se debía fundar principalmente sobre la caridad cristiana. Publicada y difundida en Chile por el Arzobispo Mariano Casanova, esta encíclica llamaba a los católicos a promover la formación tanto de asociaciones obreras como de clubes de beneficencia con un doble objetivo: mejorar las condiciones de vida de los obreros e impedir el avance de las ideas socialistas entre el pueblo.
Hacia las últimas décadas del siglo XIX, el funcionar de las nuevas instituciones de beneficencia se interesa decididamente por afrontar las nefastas condiciones de la habitación popular. Pese a que no era un asunto reciente, los críticos niveles que había alcanzado este problema necesitaban una inminente atención. Los problemas en la calidad de las habitaciones obreras comenzaron a ser captadas por algunos dirigentes católicos como el origen y raíz de todos los problemas sociales que afectaban al pueblo, inquietud que se mantendría y progresaría en los años siguientes.
En otras palabras, a medida que los católicos comenzaban a involucrarse en los problemas sociales, ya sea a través de obras de beneficencia, por medio de asociaciones obreras, o bien a modo analítico de la realidad social, surgieron inseguridades que motivaron la definición de nuevos objetivos o la profundización de los anteriores. La propagación de conventillos, ranchos y cuartos redondos había sido un fenómeno común al siglo XIX, siendo el conventillo la vivienda más representativa de los pobres a fines de siglo. Las deficientes condiciones higiénicas de estas viviendas, el hacinamiento, la mala calidad de las construcciones y terrenos, se habían vuelto objeto de preocupación y debate entre la clase dominante del país.
Esta situación se mantiene prácticamente inalterable en las primeras décadas del siglo XX y continúa siendo preocupación de algunos grupos católicos. El diagnóstico efectuado continúa exaltando lo dañino que son las malas condiciones higiénicas de las habitaciones populares en la salud física y moral de los pobres en la ciudad. Así lo hace notar en 1910, Juan Enrique Concha S., activo en la causa social e hijo de Melchor Concha y Toro fundador de la Institución León XIII, quien se refería al problema de la habitación popular como la gran causante de los males del pueblo.
La institución León XIII, seria la primera y más importante de las dos instituciones católicas que se transformaría posteriormente en un reconocido modelo a seguir para las demás entidades que construirían viviendas. El nombre de la fundación era un homenaje al Pontífice León XIII, por su enorme trabajo y dedicación en la solución de las cuestiones sociales.
El objeto de la fundación es construir casas para obreros y para ello destina la suma de cien mil pesos. Las casas que se construyan se arrendarán a los obreros por un precio que siempre será inferior, en igualdad de condiciones, al que pagan de ordinario. El obrero o artesano que haya pagado la pensión de arrendamiento durante cierto número de años, diez o quince, según sea el caso, se hará dueño absoluto de la propiedad que ha ocupado.
Más adelante se especificaría que no bastaba con pagar los cánones para adjudicarse la propiedad, sino que el obrero debería presentar ciertos hábitos de orden y moralidad.
La otra institución que construyó habitaciones para obreros en la década de 1890 y también fue constantemente nombrada como una fundación modelo entre aquellas que surgieron en la década siguiente, es la Institución Sofía Concha. Esta fundación benéfica tuvo como finalidad "proporcionar al pueblo habitaciones sanas y de bajo precio, destinando el producto del arrendamiento a la construcción de nuevos barrios análogos". Llegó a construir dos conjuntos de habitaciones para obreros: la población Mercedes Valdés y la Pedro Lagos. Los diferentes programas de cada población, exponía la diversa procedencia socioeconómica de las personas que atendía esta institución. Mientras que en la población Pedro Lagos, se arrendaban departamentos de una pieza y un patio por $2, en la Población Mercedes Valdés se trataba de casas que según la ubicación y tamaño podían alquilarse desde $ 20 hasta $ 40.
Como conclusión final podemos inferir que la beneficencia católica junto a la acción de otros colectivos filantrópicos fueron un aporte al desolador panorama que mostraban las condiciones de vida que soportaba en las ciudades la población de escasos recursos. Eso, mas la naciente acción del Estado, que dictaba normas e intentaba promover la construcción de viviendas higiénicas mediante incentivos tributarios, sentaron las bases para el nacimiento de la política habitacional chilena durante el siglo XX.
La relevancia que adquirieron las habitaciones obreras en la solución de los problemas sociales, motivó a diversas instituciones de la beneficencia católica a inclinar su atención y esfuerzos en pos de revertir las malas condiciones higiénicas y morales de las casas de sus obreros católicos.
Las medidas más importantes para controlar el problema de las habitaciones “malsanas” a finales del siglo XIX estuvieron dadas por aquellas acciones vinculadas a la salubridad pública. La actividad higiénica en materia de legislación asociada a las condiciones de salud de la población en general, tuvo importantes resultados en el ámbito de la vivienda popular, se intentó restringir la construcción en determinadas áreas de las ciudades y se limitaron las condiciones mínimas de habitabilidad de las viviendas. La herencia del higienismo en la formulación del marco legal de la vivienda social hacia la década de 1900 hasta 1920, fue significativa y de hecho este lapso de tiempo es llamado, dentro de la clasificación de aquellas normativas en el siglo XX, como el "período de las leyes higiénicas".
La actividad desarrollada por las sociedades de beneficencia católica, dieron a lugar la construcción de las primeras viviendas sociales en Chile, situación que empezó a finales del siglo XIX. La experiencia adquirida a partir de esas instituciones, tuvo sus reminiscencias en la creación de la política habitacional de las primeras décadas del siglo XX. Las tipologías de las unidades residenciales construidas por aquellas instituciones fue una de las características de los conjuntos de viviendas que se levantaron gracias a la ley de 1906. Ellas ayudaron a conformar una parte de la geografía social de la ciudad y del paisaje residencial.

Jorge Valdés F.
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Bibliografía

http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(100).htm

http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-71942005000200004

http://es.search.yahoo.com/search?p=La+influencia+cat%C3%B3lica+en+las+condiciones+de+trabajo+entre+el+a%C3%B1o+1880+y+1920&vs=es.wikipedia.org

http://www.ues.edu.sv/encuentrohistoria/memoria/sigloxx/garcia-guevara.pdf

http://www.ceil-piette.gov.ar/docpub/documentos/articulos/religion/2006relpol.doc






padre Walter Hanisch Pontífice León XIII

1 comentario:

Carolina Valdés Acuña dijo...

Jorge:
pucha, no subiste ninguna imagen, con lo cual no cumpliste una de las reglas establecidas. Bien sabes que tu trabajo merecía un 7, pero por el incumplimiento baja a 6.5
La profe.